Paraíso de agua y roca: Los spas naturales de La Palma

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A veces la naturaleza nos regala los mayores tesoros, como estos “balnearios” naturales de agua y roca que hacen de La Palma un lugar aún más especial. 

¿Quién necesita hacer cola en la entrada de un spa si La Palma nos regala unos cuantos espacios naturales que son todo un espectáculo? Si queremos desconectar, relajar la mente, aclarar las ideas y sumergir el cuerpo en las apacibles aguas de la isla, estas piscinas naturales son auténticos balnearios de agua y roca en los que desconectar de todo. Incluso de nosotros mismos. 

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La presencia de maravillosas piscinas naturales en la también conocida como “La Isla Bonita” se debe a una orografía costera compleja, en algunos de cuyos puntos se hace difícil el acceso al mar, lo cual no significa que no podamos bañarnos en sus playas, pues muchas de ellas son apacibles y perfectas para disfrutar en familia. Si lo que nos pide el cuerpo son aguas limpias, con una temperatura perfecta, relax y chapoteo sin esquivar olas, en el norte de la isla encontramos estas piscinas naturales de hermosas aguas turquesa a las que se accede por una carretera flanqueada a ambos lados por fincas de plataneras. Las piscinas Charco Azul, muy populares entre residentes y visitantes, tienen muy buenas instalaciones (aseo, ducha e, incluso, unos saltos a modo de trampolín que enloquecen a grandes y pequeños) y cuentan, además, con un chorro de spa para un relajante masaje cervical. ¿Qué más se puede pedir? ¿Una cervecita? Pues tienen un chiringuito estupendo.

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Si andamos por el norte y el cuerpo nos pide aguas plácidas y relax entre rocas, una buena idea es acercarse a las tres piscinas de aguas cristalinas de La Fajana, donde disfrutaremos del buen tiempo mientras nos resguardamos del oleaje, que escucharemos romper contra el muro mientras transitamos sin dificultad de una piscina a otra. Este enclave, ubicado en Barlovento dispone de varios servicios como aparcamiento, aseos, duchas y restaurantes.