Ubicada al norte de la isla, La Villa de Garafía es un oasis rural que alberga el Observatorio Astrofísico de Roque de los Muchachos, una de las ventanas al universo más importantes del mundo. Este municipio ofrece múltiples opciones para disfrutar de la tranquilidad, como recorrer sus senderos, ver el atardecer desde la playa del Callejoncito, fotografiar algunos de sus impresionantes barrancos u observar cómo el tiempo parece haberse detenido a través de su arquitectura tradicional.
Para los amantes de la astronomía el Roque de Los Muchachos, dentro del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, ofrece uno de los cielos más limpios del mundo, donde contemplar la Vía Láctea a simple vista.
Su centro de visitantes, recién inaugurado, permite adentrarse en los secretos del universo e incluso visitar el Observatorio Astrofísico Roque de los Muchachos, donde trabajan científicos de todo el mundo. Durante el día en esta zona, la más elevada de la isla, se produce el fenómeno conocido como Mar de Nubes, que hace que el visitante crea flotar por encima del cielo.
Un viaje al pasado
El barrio del El Tablado, espacio natural protegido, bajo la categoría de Paisaje Protegido, constituye uno de los mejores ejemplos de arquitectura rural de la isla. Situado entre los barrancos de Los Hombres y Fagundo, el visitante que se acerque a este rincón silencioso podrá hacerse una idea de cómo eran antaño los pueblos palmeros. Garafía comparte con Barlovento la mítica carretera LP 109, que es todo un viaje al pasado y una carretera escénica en el destino.
En el pequeño barrio de Juan Adalid, también el tiempo parece haberse detenido hace décadas debido en gran parte a su localización geográfica. Para acceder hasta este rincón, antigua zona fértil de huertas y agricultura es necesario desplazarse en un 4×4, siendo la bajada a pie una opción más recomendable. Sin embargo, el esfuerzo merecerá la pena una vez se corona la imponente Montaña de La Centinela, que ofrece una vista panorámica sobre el barranco de La Luz.
Por último, en el parque natural de La Zarza y la Zarcita, los aficionados a la arqueología podrán deleitarse con los grabados rupestres de La Zarza, muy destacados tanto por la amplitud de su superficie grabada, 29 paneles, como por la complejidad y cronología que manifiestan. También en la La Zarcita existen 18 paneles y diversos motivos.
Garafía es además cuna de una de las leyendas más hermosas de la isla: la pared de Roberto. La historia, que se sitúa en el extremo septentrional de la Caldera de Taburiente, donde hay una muralla rocosa que se levanta a modo de pared, cuenta las desdichas de dos amantes de los que el diablo se puso celoso y terminó levantándoles una pared entre sus dos poblaciones para que no volvieran a verse.
Conexión con la naturaleza
Para los amantes de la naturaleza, Garafia es el municipio natural por excelencia. Aquí la naturaleza se exhibe en todo su fervor, y el visitante puede disfrutar del relax, la tranquilidad y la desconexión. Un espectáculo que, a partir de mayo, ofrece en Roque de los Muchachos toda una paleta de colores y una belleza indescriptible de la mano de los tajinastes en flor, el codeso, la retama y el retamón.
La localidad es también conocida por sus múltiples senderos como el G R 130 que discurre desde Barlovento hasta Garafía (pasando por los Barrancos de Fagundo y los Hombres, los Gallegos, los Franceses, El Tablado y Don Pedro); Las Tricias (que llega hasta Dragos de Buracas) y el PR LP 9.2, desde La Zarza hasta Don Pedro, pasando por la Caldera del Agua.
El sendero de Las Tricias hasta los Dragos de Buraca es una pequeña ruta que discurre por una zona muy tradicional de la isla, con buenos y bonitos ejemplares de la arquitectura popular canaria y la mayor concentración de dragos de toda la isla.
También los amantes del agua pueden sumergirse en las piscinas naturales de Lomada Grande o flotar en el llamado Porís de Santo Domingo. A la primera de ambas localizaciones debe llegarse en un vehículo 4x4, mientras que a la segunda se llega en coche a un aparcamiento y luego hay que hacer un sendero de unos 20 minutos. Otro lugar para darse un chapuzón es la playa del Callejoncito, que cuenta con una fina capa de arena negra en verano.
Para los que deseen descansar en medio de la naturaleza el área Recreativa de San Antonio del Monte se encuentra en un entorno rodeado de Monteverde y cuenta con un área de comida con los servicios de fogones, hornos de leña, agua, mesas, bancos, aseos, espacios de esparcimiento, parque infantil, así como una zona de acampada apta para autocaravanas. El Parque cuenta además con un mirador en la cima de la montaña de San Antonio del Monte desde el que es posible observar una ancha franja de la costa de la Villa de Garafía.
Festividades y gastronomía
Garafía es conocida por albergar uno de los eventos más peculiares de la isla: la Fiesta de San Antonio del Monte Garafía. Esta festividad, una de las más esperadas del año, suele llevarse a cabo el sábado más cercano al 13 de junio. La religión, el ganado, las verbenas, la artesanía y la comida local se combinan en esta celebración, recomendada para aquellos que deseen conocer de cerca la cultura palmera. Ese día, los alrededores de la Ermita de San Antonio del Monte se llenan de visitantes de toda la isla que disfrutan de las exposiciones de animales y de las competencias entre ganado de diferentes familias.
Garafía está además reconocida por sus originales vinos de tea, de intenso sabor, y bodegas como las Bodegas Perdomo, Bodegas Vitega, Níspero o Tagalguén, así como por su queso, oro producto estrella del municipio.
Por último, esta población cuenta con su propio Museo de Interpretación del Gofio, un alimento clave en las Islas Canarias. Inaugurado en 2016, el museo está dentro del Molino de Tricias, que estuvo dando servicio hasta 1953. En su interior, se ofrece la posibilidad de visitar la estructura y maquinaria original del molino.