
Entrar al parque nacional, admirando los paredones y sus pinares mientras descendemos a su interior es una visita obligada que no debes perderte en La Palma. Sentir los gritos de alegría y de sorpresa cuando la gente entra al agua del río. Descender por el barranco jugando a admirar las graciosas formas de las rocas. Imaginar la época histórica que representa suponen el remate de algo grande.
Aunque es posible hacerlo durante todo el año, julio es un buen mes para acampar en el Parque Nacional. Recordemos que hay que solicitar permiso y que el trámite se puede hacer online.