Situado en el noreste de La Palma, San Andrés y Sauces es el primer municipio de la Isla que contó con Reserva de la Biosfera, pues es verde, exuberante y, además, es la cuna del agua en La Palma. También, es un lugar ideal para comer pescado fresco, bañarse en sus piscinas volcánicas, visitar el bosque de Los Tilos y probar ñame fresco con miel.
Un lugar con mucha historia
Con una superficie de casi 44 km2, el municipio de San Andrés y Sauces se encuentra situado entre las poblaciones de Barlovento y Puntallana. Durante décadas este pequeño municipio fue la capital de la comarca, gracias a sus aguas procedentes de los nacientes de Marcos y Cordero, manantiales de agua que alimentan las explotaciones agrícolas, sobre todo las grandes extensiones de plataneros. Es el sendero hasta estos nacientes una de las rutas de senderismo de la isla mas populares. Parte desde la Casa del Monte, a la que se accede con taxi 4x4, y atraviesa 13 túneles de agua. Se puede hacer la ruta completa, bajando, en un desnivel descendiente fuerte, hasta el corazón del Bosque de los Tilos.
En San Andrés y Sauces, se concentran hoy en día varias plantaciones de plátano y ñames, así como una destilería de ron (en Puerto Espíndola), que permiten a los visitantes deleitarse con productos locales. Además, los curiosos que paseen por las calles de San Andrés encontrarán edificios centenarios, como la pequeña iglesia San Andrés Apóstol, declarada Bien de Interés Cultural y casa de importantes ejemplos del rico patrimonio religioso de la isla.
Una de las rutas más cómodas para hacer en familia es la que va desde San Andrés al Charco Azul, apenas 1,5 kilómetros de paseo en los que el visitante encontrará antiguos pescantes o el horno de cal.
Parque arqueológico El Tendal
Viajar al pasado también es posible en el Parque Arqueológico de El Tendal. Los benahoaritas, antiguos habitantes de la isla de La Palma, son el centro de estudio de este complejo ubicado en la localidad de San Andrés y Sauces. Para conocer cómo vivía esta cultura milenaria nada como acercarse al Centro de Visitantes del propio parque, donde se explican las costumbres, las creencias y el origen de los benahoaritas.
El mayor atractivo del parque, sin embargo, se encuentra en la enorme cueva de El Tendal, cuyos 60 metros y 16 cavidades albergan reliquias, semillas y objetos cotidianos de los benahoaritas.
El bosque de los Tilos
Ubicado en el Parque Natural de Las Nieves, el bosque de Los Tilos alberga uno de los mejores exponentes de laurisilva de todas las Islas Canarias. Este tesoro natural, que llegó a ser en su día la primera Reserva de la Biosfera de la isla, conserva todo el esplendor de esta especie heredada del período terciario.
A través de un sendero que parece sacado de un cuento de hadas, los senderistas podrán alimentar sus sentidos con una flora en la que destacan especies de viñátigos, palos blancos, laureles, acebiños, y los extraordinarios helechos gigantes. Existe también un Centro de Interpretación que posee una exposición permanente para explicar los valores del entorno, cerca de este edificio se encuentra una cascada que hará las delicias del visitante. El bosque ofrece diferentes alternativas de senderos como es subir al Espigón Atravesado o al Mirador del Topo de las Barandas o, ya más exigente, a los nacientes de Marcos y Cordero, aunque este se suele hacer en dirección contraria.
Buceo en el Puerto Espíndola y baño en el Charco Azul
Uno de los paseos más inspiradores de la isla es el que lleva desde el municipio de San Andrés y Sauces hasta el Charco Azul, una de las piscinas naturales más populares de La Palma. Esta zona de baño se ha convertido en una atracción natural gracias a las características del charco, de grandes dimensiones y protegido del oleaje, lo que lo hace ideal para toda la familia.
Conocer el fondo marino de la isla es posible en la zona de Puerto de Espíndola, donde los aficionados al submarinismo podrán contemplar desde esponjas de mar, a corales blandos, medregales o abades, entre otras especies. También es posible comer pescado fresco en estas zonas, así como en San Andrés.
Fiestas y celebraciones
Entre las celebraciones más destacadas de San Andrés se cuentan dos celebraciones que se producen durante el carnaval. Por una parte el Entierro de la Sardina, que marca el final carnavalero, es una de las fiestas más destacadas del municipio.
Desde hace unos años, y como antesala del Entierro de la Sardina, la población celebra además una peculiar fiesta conocida como la Boda de los años 60, en la que todos los lugareños se disfrazan con ropa de esta década.