Ubicada al este de La Palma, Puntallana es un municipio agrícola que destaca por sus extensos y fértiles cultivos de plátano, su ecofinca, y su apego a la tradición. También es la casa de la mítica leyenda del Salto del Enamorado.
Considerado históricamente como el granero de la isla, en sus alrededores se pueden encontrar fabulosos paisajes de laurisilva y Monteverde, escarpados barrancos, así como la playa de Nogales, una de las mejores de toda La Palma para practicar surf.
Tradición y cultura
Visitar Puntallana es trasladarse a una época en la que los primeros viajes a América llenaron de prosperidad e ilusión la isla de La Palma.
Dentro de su patrimonio histórico-artístico destaca el edificio que alberga actualmente el Museo Etnográfico y Centro de Promoción de Venta de Artesanía del municipio: Casa Luján. Este edificio de finales del siglo XVII y principios del XVIII, alberga en su interior varias habitaciones en las que, a base de antiguos muebles, detalles decorativos, textiles y demás enseres domésticos, se recrean diferentes escenas de la vida cotidiana de la época de la colonización.
También destaca la iglesia de San Juan Bautista, declarada Bien de Interés Cultural, en el corazón del municipio. No es de menospreciar, la coqueta iglesia (y el entorno que la rodea) de Santa Lucía.
Para aquellos que quieran conocer también la tradición agrícola de este municipio pueden conocerla a través de su ecofinca o su mercadillo de agricultor donde comprar las frutas, verduras, miel, quesos, vinos o artesanía sábados y domingos, ubicado justo enfrente de la céntrica Plaza San Juan.
Un paseo por el “Terciario”
Los visitantes que amen el senderismo tienen, además, una visita obligada al Cubo de Galga, un verdísimo espacio natural dentro del Parque Natural de las Nieves que alberga en su interior algunos de los mejores ejemplares de laurisilva del mundo.
El sendero oficial PR LP 5, Fuente Vizcaína - La Galga, que empieza en la cabaña de información y parking del espacio natural, ofrece dos opciones: una sencilla, de unas 2 horas, ida y vuelta, y te llevará por todo un mundo de grandes helechos, esperando a que los elfos salgan de debajo de ellos y otra de mayor dificultad que sube hasta el Mirador de Asomada Alta.
Deporte al aire libre
Para aquellos visitantes que les guste el surf, la playa de Nogales es perfecta para este deporte y una de las más bellas de la Isla. Si se prefiere el senderismo, existen numerosos senderos en los que se combina la frondosa vegetación y el Monteverde con estampas marcadas por profundos y escarpados barrancos.
Finalmente, para los visitantes más atrevidos, existe la posibilidad de practicar parapente. La Isla Bonita es un auténtico paraíso para la práctica de este deporte, y una de sus principales zonas de vuelo está enclavada en el municipio de Puntallana.
El punto de despegue en Puntallana, con vientos de orientación norte-nordeste, se realiza a 430 metros, mientras que el aterrizaje, a 240 metros, se hace sobre los campos adyacentes a la carretera. Otro punto de aterrizaje próximo es la playa de Nogales, de fina arena negra, y una de las más bonitas de la isla.
Por último los amantes del trailrunning tienen en este municipio un espacio ideal para entrenarse en las carreras de montañas. Puntallana cuenta con una de las carreras más populares: la Cabra Trail.
Un mirador de leyenda
Pero si por algo es conocido Puntallana es por dar lugar a la leyenda del Salto del Enamorado, que relata una trágica historia de amor entre un pastor y su amada. Según esta leyenda, un joven pastor pidió la mano de una joven, la cual sólo accedió a concederla con una condición: si lograba dar tres vueltas a un risco colgado de un palo se casaría con él. El joven ilusionado intentó la hazaña, pero pereció en el intento, dando lugar a la leyenda.
Hoy en día se puede apreciar una estatua en honor a la joven pareja en el mirador del Salto del Enamorado, situado a 439 metros sobre el nivel del mar. Desde este mirador astronómico, al que se accede por carretera desde el municipio, se puede observar otro de los grandes tesoros de Puntallana: su increíble cielo nocturno plagado de estrellas.
Festividades
Puntallana acoge, además, una de las romerías más multitudinarias de la isla, que tiene lugar a finales de agosto con motivo de las fiestas en honor a San Bartolomé. Esta festividad supone un buen ejemplo de las tradiciones y romerías palmeras en las que los lugareños se visten con sus trajes típicos, y portan cestas con productos Saborea La Palma tales como escacho, chicharrones, marquesotes, almendrados, almendras o higos pasados.