
Se trata de un sendero circular de baja dificultad que tiene unos 11 kilómetros y una duración aproximada de cuatro horas. Existe una variante que consiste en dejar el coche en el túnel de La Galga (donde se encuentra un Punto de Información Ambiental), entrar a pie en el Cubo de la Galga y volver a salir por donde mismo. Es la opción más corta. Esta caminata permite admirar la laurisilva de la isla y discurre por una zona fresca y sombreada, por lo que resulta apta para toda la familia. Es uno de esos senderos de La Palma que te dan la sensación de estar entrando en un bosque del que va a salir, en breve, un duende. Nos recuerda porqué La Palma es conocida también como La Isla Verde y un auténtico muestrario de su principal icono: su naturaleza y vegetación.